Uno de los propósitos más nobles que la humanidad conjunta se ha podido trazar es la posibilidad de ser un mundo sin fronteras físicas ni mentales, donde la convivencia pacífica sea el derrotero de cada día y donde una cultura de desarrollo humano sea el elemento que distinga el crecimiento del hombre y sin embargo, cada nación, tribu o lengua conserve su respectiva identidad y aporte desde su ribera al establecimiento de ese "gran pueblo" o "aldea global" como lo llamó el genial Marshal Mc Luhan que este 2011 cumpliría 100 años- con visión futurista del mundo actual.
A través de estas breves palabras les doy la bienvenida al primer grupo de la Universidad Peruana Unión que junto conmigo nos hemos embarcado en una aventura regional de búsqueda de la unidad y que a la verdad aún no sabemos con qué proporción se dará dicho impacto en nuestra vida académica no solo aquí, sino en toda América Latina. Dejemos que sea Dios quien nos guíe en este primer trecho.
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